El origen etimológico de la palabra familia deriva del latín famulus (esclavo, sirviente), que significa el conjunto de las personas subyugadas y esclavizadas por el padre de familia. Para los griegos, la palabra que denominaba a la familia era "oikos" que significa el conjunto de todas las personas que están sometidass a la voluntad del padre o jefe de la casa. Vemos entonces que el concepto de familia, especialmente el de la familia patriarcal, nombra relaciones de propiedad y autoridad.

En la Roma primitiva, el padre de las familias tenía derechos ilimitados sobre sus hijos. Les escogía cónyuges, podía castigarlos y aun venderlos como esclavos, divorciarlos y hasta decidir si un recién nacido tenia derecho a vivir.
Podemos inferir entonces que la violencia intrafamiliar no es un fenómeno reciente, sino que se remonta milenios atrás e incluso era permitido al jefe del hogar. En el Ecuador este fenómeno no está ausente, para fulminarlo habrá que reformar costumbres y tradiciones, inculcar valores y concientizar a la prole sobre esta detestable y penosa acción denominada violencia.
Afortunadamente cada vez son menos los casos de violencia familiar silenciada. Los hombres, mujeres y niños tenemos los mismos derechos y no podemos ser víctimas vulnerables de abusos y sobrepasos de personas cercanas o lejanas. Ojalá con el tiempo y con la evolución social podamos construir en el Ecuador una sociedad libre y sin perturbaciones, familias ecuatorianas sin miedos ni temores. Podemos transmutar esta utopía en realidad y así todos vivir en una familia boyante y dichosa.

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